A mis maestros queridos....

Buenas noches!
Un poco tarde, pero hoy es necesario escribir. Hablaba con Carmencita, mi amiguita mexicana y me recordó que hoy es el DIA DEL MAESTRO por aquellos lados. Es raro... aqui se celebra mucho más tarde, en septiembre, con la primavera. Pero no podía dejar de pasar esta oportunidad para hablar acerca del maestro, de su elección, de esta profesión que muchas veces nadie entiende o prejuzga mal.
Ser maestro es dar alma, corazón y vida por tus alumnos. Algunos desconocidos, porque no abren su alma ante cualquier extraño, menos ante su maestro. Otros demasiado necesitados de cariño, por más mínimo que sea, otros tan indolentes como la sociedad misma, con un toque de crueldad hacia nosotros, pero que necesitan tanto de nuestra comprensión. Pareceremos un poco mazoquistas, porque nos disponemos a tener sesiones eternas de maldad infantil (en algunos casos) pero que sabemos que tarde o temprano ellos comprenderán que todo nuestro amor es para ellos y que nadie nos obliga a dárselos, solo sentimos que se lo merecen y nada mas... Son muchos nuestros "hijos postizos", muchas las mamás que corremos por estas latitudes.... pero un ùnico sentimiento de amor incondicional, porque no importan sueldos miserias, ni premios estimulantes, ni politicas anti-educativas, ni martirio social.... solo importa la vocación, el sentimiento inmenso de enseñar lo que sabemos a nuestros "hijos escolares", esos que no nos dio la vida (todavía, espero!) pero que llenan un espacio muy grande en nuestro corazón.
Aquellos docentesl que no tenemos alumnos pequeños, pero si almas gigantes con cara de adultos, pero con la curiosidad y las ganas de saber del un "niño", que ofrecen su vida por ser algo más, que sacrifican horas de familia, horas de descanso, cenas con tranquilidad y en familia, pelis de Tv para mirar.... dicen que somos DOCENTES ESPECIALES, porque muchos de nuestros alumnos nos doblan en edad, pero reconocemos en ellos el respeto hacia el que enseña, la atención ante nuestras palabras... sus lecciones de humildad y su solidaridad cotidiana.
Bueno, hoy no hablo de mi. hablo de mis colegas, de mi profesión, de mi elección. Alguna vez se merecía que yo dijera algo sobre ella.
Que tengan lindos sueños....

Descansen... mañana hay que trabajar!

Claudia

Río Gallegos, 15 de Mayo de 2006.-